Continuación de “Biocapacidad de los modelos urbanos histórico”
Finalizamos el artículo anterior, explicando las “culpables” mediáticos del calentamiento global y revisando el impacto que la actividad humana ha incrementado desde el comienzo de la era industrial.
Sin embargo; como bien ya explicamos rápidamente; el CC no ha sido sino mas que un cambio lento, constante y acumulativo que se ha venido produciendo y que tiene por causas el desarrollo de la agricultura y la ganadería, hace 8.000 y 5.000 años respectivamente. Son estas dos actividades esenciales para el desarrollo de la vida del hombre, las que han provocando en la atmosfera [nuestra piel planetaria ultrafina] los cambios más significativos en el ciclo de carbono natural del planeta.
El ciclo del carbono es en sí mismo el movimiento [“cíclico”] del carbono en los ecosistemas terrestres, manteniéndose en valores promedios que permiten el desarrollo de los seres vivos. Estas variaciones normales han rondado históricamente en un +/- 2 GTC [1 GTC es igual a 109 toneladas de carbono] anuales, sin embargo, todos los estudios científicos realizados [siendo los primeros los desarrollados por J. Hansen en 1981] han demostrado que desde hace 7.000 años se ha producido un incremente de +730 GTC sobre la superficie de la atmosfera.
Es el anterior grafico el que demuestra no solo las principales actividades emisoras CO2; sino también la base sobre la que se basan actuales protocolos internacionales de reducción de carbono en atmosfera.
Protocolo de Kioto, el mas contundente dentro de la historia del CC y actual vigente tratado internacional firmado en 1997, se encuentra actualmente en un punto de incertidumbre futuro sobre su continuidad y nueva ratificación ya que, debe de manera absoluta, ser acatado por TODOS los grandes responsables [o consumidores??] de la huella ecológica; dentro de los que se encuentran EEUU, Japón, China e India.
Sin la aceptación de responsabilidad de las últimas naciones nombradas; objetivos y metas; impuestos y concretados por UE y otros países; no significaran un cambio contundente dentro de las proyecciones en aumento de CO2 y GEI (gases efecto invernadero). Esta conclusión provocativa/decisiva para algunos gobiernos de turno, tiene su base explicativa en el actual método de medición de emisión de gases y por consiguiente la relación huella ecológica vs huella de carbono; punto en el cual, algunos países han encontrado puede ser usado como una “grieta” para modificar sus emisiones teóricas sin la modificación de sus hábitos/modos de vida.
Son los principales emisores de gases GEI, quien en los últimos años han visto como una creciente oportunidad de reivindicación social y climática, al mismo tiempo que como excelente oportunidad económica, el traslado de sus industrias a países en vías de desarrollo.
Considerando entonces que la huella de carbono mide solo la emisión de C según lo consumido dentro de cada país, estos países desarrollados no se consideran ellos mismo como responsables de las emisiones provocadas por las industrias de sus propios productos consumidos, localizadas en el otro extremo del globo, y hacen responsable de esto, al país donde se encuentra la tierra en la que han cimentado sus fabricas.
Huella Ecológica, tanto en su definición etimológica como en su método de medición para un nuevo protocolo internacional, daría de baja esta disputa incesante entre responsabilidades individuales y compartidas; sin embargo; es necesario mas allá de nuestras posiciones internacionales dentro del grafico GEI, comenzar un cambio en los hábitos de consumo individuales. Por esto último debemos nuevamente preguntarnos ¿has pensado que TU también provocas GEI? ¿estás dispuesto a realizar un esfuerzo diario en pos de mitigar tu huella ecológica?
Post editado por Martín Sabbatini (04-07) : nº04
Profesor: Daniel Calatayud
Título: Biocapacidad de los modelos urbanos actuales